"Haciendo Visitas"

Ultimamente he estado visitando mucha gente a sus casas. Para pasar el tiempo con ellos y para conocerlos más. He estado con los hermanos de la iglesia, Los Rubios, Los Orozcos, Los Palafoxes, Los Garys, Los Águilares, Poncho y Carmen y aún así me faltan más. Mi propósito es que anime a los hermanos y que ellos me animen también. Dios nos ha bendecido con muchos hermanos y amigos y hay que aprovechar el tiempo con ellos. Espero que todos estén bien. Dios me los bendiga y cuide. Gracias hermanos y amigos por animándome.

"Mi Redentor Vive"

¿Quién le enseñó al sol que se pusiera en la mañana?

Y ¿quién le dijo al océano: «sólo puedes llegar hasta aquí»?

Y ¿quién le mostró a la luna donde esconderse hasta la noche?

Cuyas palabras pueden agarrar una estrella fugas.

(Coro):

Sé que mi Redentor vive.

Sé muy bien que Él vive.

Toda la creación testifica.

Ésta vida dentro de mí llora.

Sé que mi Redentor vive.

El mismo Dios que mueve todo en su órbita.

Corre a los afligidos, cansados y débiles.

Son las mismas manos amorosas que me sostienen cuando estoy quebrantado.

Ellas conquistaron a la muerte para darme victoria.

Para quitarme la vergüenza.

Él vive para siempre, yo proclamaré.

El precio por mis pecados

Fue Su vida preciosa que dio.

Mas ahora Él vive

Y hay una tumba vacía.

Porque Él vive, puedo enfrentar el día de mañana.

Él vive, sí Él vive, hablé con Él ésta mañana.

Él vive, Él vive, la tumba está vacía.

¡Él vive! ¡Tengo que decirles a todos!

«Ya No Eres Nuestro Hijo»

No creo que mis padres se acuerden de éstas palabras, pero sí se acuerdan del día que me bauticé. Mis padres hicieron muy bien instruyéndome en el camino del SEÑOR. Ellos me aconsejaban cosas buenas para mi juventud, y cuando hacía cosas malas. Ellos cuidaban mis pasos, ellos me mostraban el amor de padres. Pero el día que decidí entregar mi vida a Dios, ellos me dijeron éstas palabras:

«Ya no eres nuestro hijo. Tu vida ya no está en nuestras manos, sino las de Dios.»

Claro que sigo siendo su hijo, pero la expresión que ellos querían decirme era que ellos ya hicieron su parte como padres. Tanto tiempo que ellos me tenían de la mano, pero ahora no. Me tocaba a mí depender de Dios. Ellos seguirán siendo mis padres, pero no me van a poder ayudar en escoger lo mejor para mí en mi vida espiritual. Porque las consecuencias que tendré en mi vida, será por las decisiones que haga. Por eso se dice: Que la salvación es personal. Sí me van a poder aconsejar, pero no actuar en mis decisiones. Y les agradezco muchísimo a mis padres por todo lo que ellos han hecho por mí y mis hermanos. Gracias padres.

«Mijo, Aprender A Andar»

Me acuerdo cuando era un morrillo, que nuestro papá nos enseñaba a nadar. Íbamos a Burger Lake ó a lugares acuáticos. Y la meta de mi papá era que supiéramos nadar. Me acuerdo de las veces que él nos soltaba y decía: «Ándale, sí puedes, tú solito.» Y yo le preguntaba: «Pero ¿vas a estar ahí?» Por el miedo que tenía de ahogarme, no quería soltarme de él. Y él siempre decía que sí. Entonces lo dejaba ir y movía mis piernas y brazos tal cómo nos había enseñado. Recuerdo que hubo veces que me hundía, pero él me agarraba y me animaba que lo intentara de nuevo. Mientras los años transcurrían, aprendí a nadar solo en el agua. Gracias a mi papá, por su apoyo y ayuda. Ya no dependía de él, porque yo ya sabía nadar sin su ayuda. Su meta era que yo supiera nadar solo para que no dependiera de él.

Dios trabaja en una manera similar, ¿cómo? Cuando uno es niño, Dios le muestra a uno todo lo que abunda en la tierra. Tal cómo hizo con Adán y Eva. Él nos muestra lo bueno y lo malo. Él pone a la gente adecuada para enseñarnos Su palabra y Su enseñanza. Como las clases bíblicas. Nos enseñan las alabanzas, cómo memorizar versículos y cómo deberíamos comportarnos con los unos y los otros. PERO, llega un tiempo en que ése niño ya no será niño. Sino ya va a saber quien es Dios, qué es bueno y qué es malo. El hombre ya va a tener TODO lo necesario para saber cómo vivir en la vida. Dios en ése tiempo le dice a uno: «Bueno mijo, ya sabes qué hacer. Lo tienes todo, ahora te toca a tí para elegir a quién vas a seguir.» Dios ya nos ha enseñado a nadar, Él nos enseñó cómo deberíamos mover nuestras manos y pies. Él ha estado en esos tiempos cuando nos hemos hundido, Él siempre ha estado ahí con nosotros. Pero ahora Él no le va a forzar a Ud. que le siga. Porque llega el tiempo en que Ud. va a tener que escoger su camino, ¿va a nadar? ó ¿se va a ahogar? Les toca a nosotros poner en práctica de las cosas que Dios nos ha instruido. Claro que Él va a seguir ahí con nosotros, pero Él no nos va a forzar que nademos. Él va a estar observando aver si utilizamos lo que Él nos dio. Si no, al rato va a haber un día que vamos a tener que rendirle cuentas. Él quiere que aprendamos a nadar solos, Él nos está dando el libramiento de escoger nuestro camino...¿Él ó el mundo?

"La Naturaleza De Dios"

Del 5 de abril al 8 fuimos a campar en Tamasopo, San Luis Potosí. Fuimos a disfrutar la naturaleza de Dios (Cascada de Tamul). Cada noche tuvimos un devocional, de cómo nosotros AIMers somos ejemplos para los jóvenes de la iglesia. Y cómo deberíamos seguir en el camino del SEÑOR aún después que hayamos terminado nuestro tiempo acá en León. Omar, Tana, Jazmín Baker, Bill, Isaura e Iván hablaron. Y nos animaron que sigamos adelante en la vida.

Luego, fuimos a tener diversión con la naturaleza. Todo era hermosísimo.

Nunca en mi vida he visto este lado de México. El Puente de Dios era como un sueño. Casi me quise desmayar por lo maravilloso que era el lugar. Me enamoré de ese lugar. Era una poza con agua del manantial. Había cascadas alrededor de la poza. Esa poza nos llevó a una cueva. La entrada es estrecha, pero ya estando a dentro de ella era bellisísima. El agua es azul, donde abundan peces. Hay mucha vegetación por donde quiera allá.

Nos saltábamos de una altura a la poza, como la altura de 6 pisos.

Luego fuimos a Tanchichín, San Luis Potosí que está una media hora de Tamasopo. Tanchichín era como una selva. Cerros verdes y el río cielo azul. Ahí fue donde vimos la cascada de Tamul. Remamos las lanchas y disfrutábamos todo. Vimos cotorros silvestres, rocas gigantes, árboles hermosos, montañas altas.

El campamento la pasamos retrebien. Todos queremos regresar de nuevo. Por medio de la naturaleza Dios se manifiesta. Gracias por su visita, Dios le bendiga. Nos vemos pronto, hasta luego.